jueves, 6 de agosto de 2009

Dandelion, Parte 1: Requiem

El sonido de las llamas de fondo, junto al sonido de las mismas abrazando su carne… el olor… El Sonido de mi Laúd lanzando acordes lóbregos, es mi manera de decirle adiós a Dana. Mientras las notas fluyen evoco recuerdos de los últimos días transcurridos dentro del calabozo del templo profanado de Ilmater, llevando a cabo la empresa que prometimos a ella.

Después de días de caminar de ese sitio lúgubre y frío, lleno de la presencia de Auril la maldita -diosa y hermana gemela de Ilmater- llenando de su frío invernal cada palmo desde este sitio maldito… batallando contra sus vasallos, mis compañeros y yo… cada uno fuerte en lo suyo y con su valía que tanto me llena… después de las penurias que pasamos… todavía recuerdo el frío, todavía tiemblo por el. Después de haber descendido a los confines del calabozo y haber combatido todas las trabas, logramos llegar a la cámara donde se hallaba aquel… el clérigo sirviente de Auril, la punta de la lanza comandada por ella, empiezo a evocar las canciones arcanas para ayudar a los míos a defenderse de mejor manera y dejo que mi espada, que grita por la sangre del bastardo, se apodere de mi. Recuerdo cómo corrí a la cabeza y el hierro de mi espada rechinando contra el suelo de roca y hielo, para llegar a donde se encuentra él… rodeado de sus espectros inútiles, mientras que las saetas de Shardon-el mediano, el explorador, el pícaro- inundan el aire para intentar darle fin a este mal que azota a los Beards. La batalla es encarnizada los esfuerzos de todos son increíbles, desde la retaguardia Anais lanza todo el poder arcano de años de estudio, Silver la shamman, comandando a su espíritu, da la batalla, el clérigo, el que dio su existencia consagrado a Ilmater también, todos recibiendo los ataques mordaces de nuestro enemigo, que no da tregua, que con el vaivén de su guadaña, nos hace sangrar y nos enfría hasta la medula… no sé cuanto duro todo, fue rápido, pero también lento.

Cuando creíamos que todo había acabado, una vez más las artimañas de Auril nos dejan anonadados, cuando reanima el cadáver del clérigo caído y lo transmuta en su avatar para seguir dándonos pelea… por el calor de la batalla, esta vez fue más fácil y terminamos de mandar al desdichado sirviente de Auril, al plano de los muertos… al recuperar lo que vinimos a buscar, salimos del calabozo y nos dirigimos a los hitos de protección de Second Beard para eliminar a las hordas enloquecidas de la ciudad, con el poder de Ilmater, pero el clérigo sin nombre, tuvo que inmolarse en el proceso… y tras todos los sacrificios y penurias que pasamos, regresamos para conseguir a Dana muerta, drenada, y con un mensaje que dice: Dandelion nos vemos en aguas profundas… “Arathos”. La mirada de tristeza del capitán Stanford y mis compañeros, sumada la mía… la frustración se hace con el control de nosotros, y aquí me encuentro frente a las llamas de su pira funeraria con el corazón helado, deseando tener a Arathos bajo el filo de mi espada… Lo siento Dana, no pudimos salvarte, pero te vengaremos, así sea lo último que hagamos, me despido de ti, y llevo tus cenizas conmigo… en aguas profundas espero conseguir al que te hizo esto, para darle descanso a tu alma… me despido…

Agradecimientos.
JI, Ali, Yker, JJ y Shira :D

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